200 della Paolera

Contexto
200 Della Paolera es un rascacielos de oficinas de 125 metros de altura y 55.000 m² de superficie que forma parte del skyline de Catalinas, una de las zonas corporativas premium de Buenos Aires.
Es un edificio de planta triangular, con el núcleo ubicado en el ángulo recto, liberando las plantas de oficinas que alcanzan los 70 metros de frente hacia el Río de la Plata. En ambos vértices agudos, las esquinas se curvan, dando continuidad a la fachada y asemejando el edificio a un ala de avión con cantos aerodinámicos. Por su forma angosta en las puntas, la torre se vuelve transparente, permitiendo ver de lado a lado cuando la luz solar es baja.

Alcance
La espectacular piel exterior del edificio, de 21.189 m², fue diseñada con un sistema de muro cortina modular para soportar las inclemencias del clima de Buenos Aires, especialmente los vientos continuos durante la sudestada.
La esquina opaca hacia la calle Della Paolera se llevó a cabo con una original chapa perforada retroiluminada, cuyo diseño, fabricación e instalación llevan el sello de Aluman.

Reto
Recuperando el valor de las formas puras. El edificio tiene una matriz de terreno cuya volumetría y potencialidad de metros cuadrados coinciden con la forma triangular del lote, orientando su lado mayor al río. El proyecto resulta de la extrusión de esta forma, generando un edificio de planta triangular con el núcleo en el ángulo recto, liberando plantas de oficinas con 70 metros de frente hacia el Río de la Plata.
En ambos vértices agudos, las esquinas se curvan, dando continuidad a la fachada y asemejando el edificio al ala de un avión con cantos aerodinámicos. Por su forma angosta en las puntas, la torre se vuelve transparente, permitiendo ver de lado a lado cuando la luz solar es baja.
El basamento, siguiendo los lineamientos de Catalinas Norte, se resuelve en piedra con vegetación incorporada y equipamiento público. La marquesina de acceso es una pieza miesiana de perfilería industrial que corta la bajada de la piel de la torre hasta el nivel cero. El vestíbulo de acceso, de triple altura, brinda una escala extraordinaria al visitante, culminando en una doble altura hacia abajo en la proa sur del edificio, con una escalera helicoidal como figura escultórica en la cuádruple altura.
La torre se levantó en el último lote vacante de Catalinas Norte, finalizando la construcción de esta pieza urbana comenzada en los años setenta.
