Torre K-23

Mar Caribe,
2025
Promotor
Iberostar
Constructor
Bouygues Construction
Arquitectura
Michel Regembal
Superficie de fachada
27.000m2
Sistema
Revestimientos Barandillas Doble piel Modular Stick
Material
Composite Aluminio Vidrio
Tipología
Hotelero
Sistema Aluman

Contexto

Una nueva silueta redefine el horizonte de La Habana: la Torre K-23, ahora, Iberostar Selection La Habana, con sus 42 plantas y 155 metros de altura, se erige como símbolo de modernidad en el corazón del Vedado. Este rascacielos, enclavado en la emblemática calle 23, dialoga con la riqueza arquitectónica de la ciudad, integrando con elegancia estilos diversos en un lenguaje contemporáneo. Su diseño celebra la vitalidad habanera, ofreciendo 594 habitaciones concebidas bajo principios de sostenibilidad y confort, en un entorno que invita a vivir experiencias únicas al ritmo vibrante de la capital cubana.

Alcance

La envolvente del Iberostar Selection La Habana es una proeza técnica y estética que refuerza su carácter icónico. Su fachada modular, compuesta por más de 4.200 unidades, se complementa con 2.000 metros cuadrados de sistema stick y más de 11.000 metros cuadrados de revestimiento composite, dando forma a una piel arquitectónica de gran precisión y dinamismo. En las plantas superiores, donde se ubica el Skybar —uno de los espacios más espectaculares del edificio—, se instalaron los módulos de mayor envergadura: piezas de hasta 5,40 metros de alto, más de dos metros de ancho y un peso superior a 1.200 kilos. Su traslado desde España y posterior instalación a casi 150 metros de altura supusieron un desafío logístico y técnico de primer nivel.

La fachada no solo destaca por su escala, sino también por la innovación que encierra. Se diseñaron más de quince matrices exclusivas para extrusionar perfiles de aluminio a medida, dando lugar a un sistema modular único, desarrollado específicamente para este proyecto. A ello se suman elementos como lamas superiores, estructuras de acero ensambladas in situ, marquesinas voladas, barandillas y una cuidada serie de detalles que llegaron desde fábrica listos para su integración, consolidando una obra singular en el panorama arquitectónico del Caribe.

Reto

Uno de los mayores desafíos del proyecto fue concebir una estructura en altura capaz de resistir las condiciones extremas del clima caribeño. El diseño del sistema constructivo fue sometido a rigurosos ensayos en Aluman LAB, incluyendo pruebas sísmicas, de estanqueidad y de resistencia al viento, alcanzando niveles de presión equivalentes a huracanes de más de 250 km/h. Esta exigencia técnica ya fue probada durante la fase de construcción: La Habana fue azotada por fenómenos como el huracán Ian en 2022 y Rafael en 2024. La fachada respondió con solidez, validando la precisión del diseño y la eficacia de los ensayos previos. Así, esta torre no solo se eleva como un nuevo icono urbano, sino también como un ejemplo de ingeniería resiliente frente a una climatología adversa.

Otros proyectos de interés

Aeropuerto Nuevo Pudahuel

Santiago de Chile, Chile

Gare de Mons

Mons, Bélgica

Torres Levant y Ponient

Barcelona, España